Sobre la izquierda mutante. Nuevo ensayo en contra de la subordinación de España
España es un país que vive sumido en la más profunda miseria ideológica. Se trata de una subordinación ideológica y cultural.
España es un país que vive sumido en la más profunda miseria ideológica. Se trata de una subordinación ideológica y cultural.
La política internacional es una lucha existencial entre unidades dotadas de poder, unidades que pueden contar con una base territorial o no.
¿Cómo parecer sin ser? ¿Cómo no parecer, siendo? Esta es la disyuntiva que se presenta de frente a las grandes empresas cuando se tratan de publicitar en grandes medios. La imagen que se transmite a la sociedad se debe cuidar, es decir, la apariencia, el parecer, se sea o no, es un aspecto central en los departamentos de marketing de las empresas que de estos disponen. Y esta imagen a transmitir debe caminar paralela a los carriles que marca la opinión de las mayorías, o al menos, de todo lo que se sitúa dentro de la esfera de lo comúnmente llamado ‘políticamente correcto’. Cruzar perpendicularmente estos carriles sería el inicio del fin, supondría comprimir el público objetivo en pos de un lastre tan pesado y poco agradecido como pueden ser las ideas y la coherencia.
La lucha de clases no ha concluido. El sistema neoliberal turbocapitalista nos quiere convencer del fin de la historia, esto es, del fin de la guerra de clases, desde 1989. Pero no se sostiene tal mentira. Como ha escrito una y mil veces Diego Fusaro, la guerra de clases ha mutado en “masacre de clases”. El mundo experimenta hoy una gestión unipolar de la lucha clasista, una gestión desde arriba, desde el polo dominante. Una clase dominante sumamente reducida en términos demográficos, pero omnímoda, gestiona la corriente general de la Historia, cual es la lucha entre dominantes y dominados. No se puede paralizar la lucha clasista mientras el modo de producción dominante sea el capitalismo, pero lo que sí ha terminado por ocurrir es que esta lucha se gestiona ahora por parte de la clase ultracapitalista en su beneficio.
Cuando se habla del fin de una civilización, tiende a pensarse en grandes catástrofes, templos incendiados, bárbaros que irrumpen y arrasan, montones de ruinas, hambre, muerte y desolación.
El hombre europeo se asoma al abismo. No está preparado para tan horrible visión. Él mismo fue cavando el abismo, que será fosa para su muerte y olvido.
Breve ensayo donde se argumenta la historicidad indiscutible del personaje de Don Pelayo, primer «Princeps» [denominación atribuida tanto por las Crónicas como por otra documentación –más temprana que aquellas- del siglo IX] de
El orden es un bien. Hay un tipo de unidad en el mundo que se llama, de la manera más clásica, la "unidad de orden". Que haya unidad es un bien. Unidad en una pareja novios y esposos, y unidad en una familia.
Decadencia. Declive. Caída. Las tres palabras remiten al mundo orgánico. Los individuos, nada más alcanzada la plenitud, inician su descenso por la pendiente hasta alcanzar la decrepitud.